¿Buscas Gloria o Solo Sobrevivir?

Antes creía que el éxito era correr tras luces neón a las 2 a.m., apuestas grandes y triunfos relucientes. Hasta una noche, tras tres derrotas seguidas, me alejé de la pantalla. No por falta de dinero, sino porque finalmente escuché mi propia respiración. El casino no te recompensa con jackpots; te regala silencio. El algoritmo RNG no se importa si eres rico o desesperado—solo gira. Y a veces, ese giro es todo lo que necesitas para sentirte humano otra vez. Ya no juego. Ritualizo: una taza de café a las 3 a.m., apuesta de 10€, sin prisa. Mi coche de lujo es este rincón tranquilo donde brilla la luz—no lo suficientemente fuerte como para despertar a otros. Mis padres me enseñaron: el éxito no se hereda. Se elige—entre dos culturas, dos lenguas, dos versiones de ti mismo. No soy rey del coche. Ni siquiera intento serlo. Aprendo a perder bien… y seguir mostrándome mañana.